Prejuicios:: El discurso entre piezas de Muntadas como un nuevo lenguaje artístico

Prejuicios:

30 jul 2008

El discurso entre piezas de Muntadas como un nuevo lenguaje artístico




 “Yo no creo en una pieza, pero si en el discurso entre piezas”. A partir de esta frase de Muntadas planteamos la hipótesis entendida como un nuevo lenguaje. Creyendo que las piezas forman un conjunto a través del discurso. Es decir, la pieza artística debe ser entendida a partir de la interacción de sus partes concibiendo como tales todos aquellos elementos que participen de la misma. En este sentido, tanto el espectador, como el espacio, los críticos o comisarios descubren una obra que permanece viva gracias a sus interpretaciones.



1. Muntadas como pionero del arte conceptual Catalán.
El arte conceptual español y catalán florece con una entusiasta actividad a partir de 1971. Desde sus inicios adopta una actitud que intenta romper con la concepción dominante que desea instalarse dentro del mundo económico y artístico sin cuestionarse los mecanismos de producción y distribución. Y es que, como señala Simón Marchan, el arte conceptual español surge mezclado y a partir del “arte pobre”, con lo que se resucita la necesidad de una reflexión estética sobre las relaciones entre el material, la obra y su proceso de fabricación, pero también sobre su rechazo hacia la creciente industrialización del mundo que les rodeaba, incluido el artístico. De este modo las primeras manifestaciones públicas del arte pobre catalán fueron abriendo las puertas a nuevos planteamientos conceptuales. Asimismo, desde estas mismas fechas se advierten otras influencias que contribuirán a enriquecer los proyectos conceptualistas; en especial el “minimalismo”, la “nueva abstracción” y el “soft art “. Por esta época Muntadas expone ya sus primeras experiencias sobre los subsentidos (tacto, gusto, olfato) en la Galería Vandres de Madrid. Al tiempo que se realizaban distintas muestras sobre arte pobre. Solo un año después se multiplican las manifestaciones que apuestan por un arte más alejado de los orígenes conjuntos del arte pobre y conceptual. Interesado por arte conceptual Muntadas abandona definitivamente su formación de pintor para dedicarse por entero a experimentar con los nuevos soportes no convencionales (multimedia y audiovisuales), participando a lo largo de esa década en varias exposiciones colectivas. Mientras, los grupos catalanes se aglutinan a partir de octubre de 1973 en torno al Instituto Alemán de Barcelona, abriéndose a nuevos sectores. En 1977 Muntadas se marcha a Estados Unidos como investigador y posteriormente como docente en el Instituto de Tecnología de Massachussets, así como en otros organismos estadounidenses y europeos. Considerado como un artista multidisciplinar, Muntadas ha orientado su ámbito de trabajo hacia los medios de comunicación de masas: la fotografía, el vídeo, las publicaciones, Internet y las instalaciones multimedia. Pionero en el arte conceptual en Cataluña, ha establecido su práctica e investigación en el terreno de los “media” y en la relación de éstos con la estética y la ética. También es considerado como el introductor del videoarte en España y como el padre del net.art español. Ya con su The file room Muntadas logra realizar proyectos de net art en una formulación original que combina una instalación en el "espacio real" y un sitio web (http://www.thefileroom.org). En ambos espacios se juega con la misma metáfora: una serie de archivadores que contienen casos de censura en el arte, que el usuario puede consultar libremente, a través de diversos criterios: año, tipo de medio, tema censurado y zona del mundo. Con ello Muntadas reflexiona acerca del arte y la censura de una forma intemporal. Otro aspecto muy interesante del trabajo de Muntadas es su naturaleza colectiva: se va construyendo a partir de colaboraciones de artistas que conocen casos de censura y los suben a la web de The file room. El proyecto explota la naturaleza de Internet desde dos posiciones: en primer lugar temática, al hablar también de censura en Internet, y en segundo lugar metodológica, al usar una característica clave de Internet –la creación colectiva– para construir la obra. De un modo más general, Antoni Muntadas se enuncia como un pilar fundamental en el conceptualismo español e internacional dentro de las vertientes más comprometidas con la recuperación del valor de uso estético-social.

1.2. Significado que Muntadas confiere actualmente a la palabra arte.
 
La palabra arte ha variado tanto a lo largo de la historia como lo ha hecho la propia humanidad. La cultura, el tiempo y las personas que crean el arte, cambian, y con ellos también la misma noción de lo artístico. Ya Hegel había advertido, desde sus Lecciones sobre la Estética, que el arte era una de las manifestaciones supremas del espíritu humano y que a través del arte de cada época podríamos penetrar en lo más profundo de cada cultura. Y cada arte, al igual que cada cultura, es distinto; quizás porque la ideología que lo promueve también lo es. Ahora bien, dentro de esa gran variedad siempre ha habido criterios que de una u otra manera han determinado lo que puede ser enunciado como arte. El “arte” ha transformado sus definiciones ante las nuevas propuestas e interrogantes planteadas en cada momento, pero siempre ha encontrado enunciaciones que determinen y, de alguna manera, marquen su camino. Un camino muchas veces lleno de rupturas y desacuerdo, pero que siempre ha encontrado elementos y criterios a través de los cuales definirse dentro del ámbito artístico. No obstante, las obras y acciones artísticas modernas han presentado tal revolución respecto al marco tradicional, que se hace necesaria una reflexión ulterior; ¿Qué significado tiene el término arte hoy en día?, y más concretamente, ¿Qué significado le otorga Muntadas a la palabra arte?
Desde que el arte ya no son las bellas artes, desde que el arte carece de definición, desde que la falta de normas y criterios parecen hacer válida la sentencia que anuncia que “en arte todo vale”, la conclusión de la muerte del arte resuena con más fuerza. No obstante, como afirma Yves Michaud no es el fin del arte lo que podemos advertir;

“Lo que constatamos, por el contrario, es la proliferación de formas y experiencias artísticas que, porque no son “elevadas”, “refinadas” y sobre todo no están organizadas en un “sistema de las artes” marcan el campo de lo estético.”(1)

Por tanto, el nuevo significado de arte viene marcado paradójicamente por la falta de criterios. Pese a todo, no estamos frente a un argumento aporético. No se trata de que la desaparición de las normas sea la sentencia que normativiza el arte contemporáneo. Sino de que las reglas y el contexto en que se dan, son cada vez más concretas y específicas de lo que lo era antes. Lo cual nos conduce a una imposibilidad que si bien ha existido hasta nuestros días, en la actualidad se hace crucialmente notable; la de buscar criterios capaces de abarcar bajo un denominador común las diversas disciplinas y movimientos. Esta dificultad no es nueva, pero sí su envergadura. Mientras que tradicionalmente se ha encontrado con mayor o menor acierto criterios a través de los cuales definir el arte, el creciente pluralismo artístico contemporáneo hace que dicha tarea sea aparentemente impracticable. Y decimos aparentemente porque realmente es posible proponer una noción de lo artístico. Ahora bien, no se trata de establecer formalismos dogmáticos, sino de atender a los juegos del leguaje artístico post-moderno. Como defiende Michaud “…el arte y la estética no pueden definirse sólo a partir del artista o sólo a partir del espectador, sino en el juego regulado de actores que no están en el mismo lugar pero pueden intercambiar sus lugares.”(2) Es decir, el arte de hoy es sobretodo una comunicación reflexiva sobre las posibilidades de sentido de obertura del mundo. Se trata, pues de un lenguaje específico que esta en continua interacción con el mundo que le rodea y consigo mismo. Y es que la democratización de las sociedades ha conducido a una proliferación de pluralidad artística cuyo único denominador común es el de enunciarse como un juego del lenguaje particular constituido por; artistas, críticos, comisarios, filósofos…

“El arte, en todas las formas que toma, es una actividad codificada cuyo código está continuamente en proceso de elaboración – es un proceso--. Convertirse en artista significa aprender a operar según estas conjuntos de reglas y a trabajar sobre ellas.”(3)
La única diferencia en este sentido, respecto al arte clásico, es que los conjuntos de reglas y juegos del lenguaje se hacen cada vez más complejos. Y, por tanto, necesitamos de discursos, críticas, u otras mediaciones que nos ayuden a comprender los conceptos y juegos del lenguaje utilizados por el artista.
“Moltes de les obres contemporànies (i unes guantes de modernes)nomès les identifiquem visualment com a art perquè es troben en un marc institucional on se suposa que nomès hi ha obres d’art, com ara una galeria, un museu o una sala d’exposicions.Però si trobèssim les mateixes obres abandonades al carrer o en un abocador d’escombraries no sabríem identificar-les com a art, cosa que no haguera pasta mai amb un Rembrandt o un Picasso.”(4)
Y esto se debe a que los juegos del lenguaje utilizados en el arte tradicional obtenía un significado obtenido por todos mientras que ahora las obras contemporáneas utilizan expresiones artísticas tan determinadas y especificas que se hace necesario un discurso que nos aclare la historia, la intención o el objetivo de dicha obra. Con todo lo dicho, hemos respondido a la primera de cuestiones planteada anteriormente. Hemos intentado exponer que el pluralismo posmoderno no se traduce ni en un relativismo artístico absoluto, ni en la muerte del arte. Simplemente se trata de un proceso de democratización y complejidad del ámbito artístico que nos demanda pluralizar nuestros conceptos. A partir de aquí, será más sencillo y comprensible responder a la segunda cuestión: ¿Qué significado le otorga Muntadas a la palabra arte? Quizás de alguna manera, ya habremos respondido en parte a ésta pregunta. La creciente emancipación del artista ha proporcionado la posibilidad de concebir el arte de forma libre. En los nuevos juegos del lenguaje el artista intenta responder y dotar de significado al las soluciones, interpretaciones y problemas que nos plantea el mudo actual. Al contrario que el arte tradicional el arte contemporáneo no pretende ni ser ni bello, ni armónico, sino que nos propone abrirnos a las diferentes experiencias posibles, a entender y a enriquecer el mundo. En este contexto consideramos que para Antoni Muntadas la palabra arte ya no tiene un sentido tradicional entendido como una pieza única sino como un diálogo entre piezas. El arte, para el artista catalán, significa reflexión, interpretación y creación. Es, en definitiva, una mirada crítica sobre el mundo que nos rodea. Por eso, defiende que la obra artística contemporánea debe contribuir a una discusión, abrir una interrogación o avivar un diálogo. El arte, queda definido, pues, como un proceso en donde el artista descodifica y expresa una visión determinada de lo que le afecta.
“No es que mire ni mejor ni peor pero, a lo mejor detiene la mirada, observa, analiza y la obra es una reacción a eso.”(5)
Podemos decir, que es un arte comprometido que pretende sumergir al espectador en una reflexión profunda sobre los acontecimientos que lo envuelven. Por decirlo en las palabras de muntadas, se trata de “…hacer visible lo que a lo mejor es invisible.” (6)
  • 1.2.1. La necesidad de un arte dialéctico.
  • El arte de Muntadas propone una necesidad de diálogo por medio de la reflexión del espectador al contemplar la obra de arte. Muntadas da libertad de interpretación, sobretodo para los comisarios de los museos, entendiendo que ellos ejercen una notable labor de exégesis al situar la pieza en un espacio determinado en el museo. Con ello se establece una especie de dialogo entre el artista, los observadores y los comisarios. Y es que, como hemos dicho en apartados anteriores, la obra es un proceso que empieza a partir de un concepto y se distribuye a través de los diferentes agentes que participan en tal proyecto. Ahora bien, la necesidad dialéctica nace de la esencia misma del arte. Como explica Muntadas, sus acciones artísticas comienzan a partir de un concepto. Los medios que utiliza para expresarlos son simples instrumentos. Y es que es precisamente el concepto, el que origina el proceso de trabajo. Lo que caracteriza al proyecto, por tanto, no son ni los medios, ni el estilo empleado, sino la idea que le da vida. Pero para que ésta no muera, ni quede apresada en la subjetividad del autor, debe ser reinterpretada y reconstruida por el espectador y los diversos agentes. Es decir, el sujeto que se enfrenta a una obra de Muntadas debe recomponer conceptualmente el “proceso artístico” al que el material documental expuesto hace referencia. Consecuentemente, el calificativo de arte no se cierra en la acción llevada a cabo por el artista, sino que se expande a través de las diferentes interpretaciones que logran que los asistentes vean lo que antes no veían, reflexionen y discutan…
1.3. La dificultad de encontrar los límites del arte.
 
Hasta la modernidad la historia del arte ha sido concebida dentro de un arte objetual que de una manera u otra siempre ha desembocado en la transformación del objeto artístico. Pero es precisamente el objeto artístico el que ha logrado crear un hilo conductor entre todas ellas. Ahora bien, el arte contemporáneo ha replanteado la cuestión. Y es que el arte contemporáneo podría definirse de un modo general a través de la tendencia de auto-conocimiento que los diferentes movimientos que la integra y por la desmaterialización de los elementos. En este sentido la reflexión se postula como el fundamento principal de un arte que ha desbancado al objeto artístico de su posición históricamente privilegiada. El objeto como instrumento ya era anunciado desde Mondrian y Malewitsch. Ya el espectador no se enfrenta a un objeto concreto sino a un proceso abierto. Más adelante, como apunta M. Duchamp el arte no sería tanto una cuestión morfológica como de función, no tanto de apariencia como de operación mental. Es decir, no tanto lo que ves como lo que te hace reflexionar. En este sentido, los ready-mades, aunque se trataban de objetos concretos, eran desmaterializados para de esta manera abrir las puertas a un arte reflexivo y conceptual. En este proceso de desvirtualización del objeto cabe mencionar a los minimalistas como André, Judo, Dan Flavin. Lo dicho se puede resumir en la máxima que en 1967 escribía Sol Lewitt:
“En el arte conceptual la idea o el concepto es el aspecto más importante de la obra.”(7)
De este modo la ejecución del proyecto quedaba en segundo plano respecto a la idea. Lo cual ensanchaba la brecha entre lo que tradicionalmente se consideraba una obra de arte y la nueva forma de pensar lo artístico. Así, pues, el arte conceptual replantea los márgenes objetuales del arte contemporáneo, pero no se trata tanto de una eliminación indiscriminada del objeto tradicional, sino de un replanteamiento profundo de su significado e importancia dentro del ámbito del arte actual. La desmaterialización, por tanto, de la obra en su acepción más clásica contribuyó a subrayar la necesidad de buscar diversos soportes con los que abrir nuestra conciencia a algo exterior. Las proyecciones, películas, documentos, postales, teléfonos y otros dispositivos pasaron a ser utilizados instrumentalmente como parte de un arte antiformalista. No obstante, como decíamos, al igual que pasaba con el cuadro u otro elemento tradicional, los nuevos soportes adquieren un valor de medio en favor del concepto. Asimismo, la proliferación de las formas y de los medios de expresión artísticas actuales han hecho que los límites del arte, si alguna vez han existido, sean cada vez más confusos. Quizás el arte nunca haya tenido más límite que la creatividad mostrada por los artistas. No obstante, la erradicación de las reglas doctrinales o las leyes academicistas han contribuido a una expansión del horizonte artístico sin antecedente. La libertad ha dado paso a un sinfín de creaciones y proyectos que se ven aún más reforzados por las crecientes posibilidades que ofrecen la tecnología. De lo expuesto se desprende, que nos encontramos en una época donde los límites son confusos e insospechados. A veces, la trasgresión artística ha llevado a realizar acciones muy discutidas por cuestiones éticas, políticas o de diversas consideraciones. Por todo eso, se hace necesario un replanteamiento de los límites en términos morales de los modos y acciones empleados por el arte actual.
  • 1.3.1. El nuevo significado de la pieza artística y la configuración del espacio artístico.
  • La pieza artística al contrario que sucedía en el arte clásico ya no crea una dimensión de inmediatez. El esquema comunicativo emisor-receptor ya queda obsoleto ante el dialogo reflexivo que se plantea en la actualidad. Ahora bien, es verdad que las obras modernas (ej. Cuadros cubistas) planteaban un esquema diferente en donde el observador debía realizar una síntesis del cuadro convirtiéndose así en un co-realizador. No obstante, el proceso artístico actual exige además emprender una acción que no se acaba ni en el artista, ni en el observador, ni en el medio expresado. Pues se trata, de un arte siempre abierto que depende en gran medida tanto de la obra como de los críticos, los curators, los observadores y del discurso que acompaña a la pieza. Asimismo, esto crea un ámbito de comunicación que no se cierra en los agentes comunicativos, sino que abre las posibilidades a nuevos juegos del lenguaje que articulan las posibilidades de la misma acción comunicativa. En este sentido la configuración del espacio artístico juega un papel crucial que en el arte tradicional era omitido. Ya no se trata tan solo de donde se exponga la obra, sino que en el mismo espacio donde está exhibida determina a su vez la manera de interpretar la pieza. Por tanto, el espacio se convierte en obra, una obra que se interrelaciona asimismo con la historia de dicho espacio, con el tipo de gente que puede acceder geográficamente a ese espacio, y con la reputación que posee la institución donde se organiza y se muestra el proyecto en cuestión. En resumen, podemos decir, que el espacio configura la mirada del observador y establece un tipo de diálogo determinado con la obra que nos sugiere su importancia en el arte actual.
  • 1.3.2 La documentación como memoria y prueba del hecho artístico.
  • En este punto cabe interrogarnos sobre la definición de la documentación como memoria y prueba del hecho artístico. La pieza artística debe concebirse como un proceso que empieza en la mente del artista y se desarrolla a través de los medios de expresión utilizados, pero que no termina aquí. En este punto cabe cuestionarnos si el resultado de ese trabajo es o no parte de la obra. Al tiempo que se hace necesario determinar su lugar e importancia dentro de la misma. Como a expuesto muntadas en diferentes entrevistas para el la acción artística empieza a partir de un concepto o una idea de la cual se genera todo el proceso. En este contexto, los medios utilizados son simples instrumentos de expresión, lo que cuenta es el desarrollo de la idea principal en la que intervienen diferentes agentes. Sin embargo como el mismo apunta, la obra no muere en la finalización de la exposición, sino que perdura mientras haya asistentes que acudan a visitarla. Y es que la obra artística abre un dialogo que no concluye mientras haya audiencia que continué la reflexión comunicativa.
  • “No, yo creo que la obra vive mientras haya una audiencia. Hay un libro mientras alguien lo lee. Hay una obra mientras alguien la mira. Hay una música mientras alguien la escucha. Yo creo que la obra no tiene actividad. Yo creo que la obras son más, artefactos, que deben ser activados y mientras haya alguien que los activa, tienen la vida.”(8)
  • Por tanto, concluimos que la documentación que se presenta en un determinado museo u otro espacio de ámbito artístico es de alguna manera parte de la obra puesto que es el medio a través del cual el espectador puede reconstruir el proceso artístico.

1.4. El espectador ideal de Muntadas.
 
El papel del espectador en las obras de Muntadas adquiere una relevancia decisiva que lo sitúa como unos de los agentes principales que intervienen en la exposición. Hasta el punto de que el propio Muntadas afirma que si no hay una reflexion por parte de los asistentes la obra deja de existir como tal. Y es que los proyectos llevados a cabo por el artista catalán están concebidos desde una fuerte connotación pedagógica que busca que el espectador reflexione sobre los acontecimientos que le rodean. Es decir, propone nuevos ámbitos de reflexión donde los asistentes tienen que realizar una reconstrucción del proceso artístico con la esperanza de que indague en aspectos que antes se le mostraban ocultos. Lo que se pretende conseguir es que el espectador realice un ejercicio de descubrimiento a través de la obra. En este sentido, el sujeto que se enfrenta a la obra se encuentra ante un marco reflexivo que hace que se cuestione, mediante los elementos que la componen, los problemas planteados. No se trata de que llegue a la misma conclusión u opinión que tiene el artista, sino que ahonden en las interrogantes esbozadas. Por este motivo, Muntadas muchas veces se posiciona en el lugar del público para poder elaborar un ámbito comunicativo adecuado a dicho fin.
“La levedad sintáctica de las imágenes (retazos visuales) y vocabularios (palabras, retazos de texto) de Muntadas es también una forma de incitar al espectador a completar la información, el argumento ausente”(9)
En cuanto al espectador ideal de muntadas se trata de buscar a ese individuo reflexivo que sea capaz de abandonar los convencionalismos en los que vive y adentrarse en el estudio de los fenómenos aparentes que construyen nuestra realidad y que sin embargo hunde sus raíces en complejas estructuras sociales que normalmente no nos cuestionamos. Es decir, se trata de desmenuzar la cotidianidad que nos rodea y profundizar en sus aspectos más concretos.
  • 1.4.1. “situaciones” con el fin de incidir en el espectador.
  • Muntadas crea “situaciones” utilizando nuevas herramientas con el fin de incidir en los sentidos sensoriales del espectador. Para ello el artista catalán desarrolla en sus obras un arte cuyos instrumentos de expresión son las nuevas tecnologías audiovisuales, iluminación, espacio y distintas técnicas que pretenden jugar con los sentidos. En el momento en el que el espectador agudiza sus sentidos su subjetividad adquiere una mayor dimensión que le permite profundizar y desarrollar una reflexion aún más exhaustiva. De esta manera, a través de los sentidos se crean una predisposición hacia el pensamiento crítico. Algunas obras están concebidas de tal manera que nuestros sentidos puedan captar de forma inmediata el significado de la obra. No obstante, como hemos dicho se trata de un primer momento sensorial que nos remite a una reflexión más profunda. En este sentido podemos traer a colación la obra “The Board Room”.
    “(…) a menudo hay una capa de mayor complejidad y detalle en la que el espectador puede sumergirse por más tiempo. (…), y bastará una breve descripción de la pieza para advertir su intencionalidad y su logrado efecto. Y, sin embargo, entrar en el espacio de la instalación, rodear la imponente mesa, acercarse a cada uno de los cuadros-“video portraits of power in religión and the media”-, aproximar la mirada a los minúsculos monitores y agudizar el oído para escuchar el sonido que procede de ellos, relacionar diversos mensajes, denotaciones y vocabularios extraídos, leer a fondo la obra conlleva en definitiva una experiencia que escapa a la descripción más detenida.” (10)
  • Aunque en el arte conceptual de Muntadas lo que prima sobretodo es la idea, no se desatienden los aspectos sensoriales. Todo lo contrario, se le otorga una cuidadosa elaboración. He querido nombrar los espacios de Muntadas como “situaciones” creyendo que de esta manera se incide no en un aspecto concreto, sino en la combinación que se genera a través de las diferentes relaciones entre espacio, documentación, espectador, institución… Es decir, el público que asiste a una exposición de Muntadas se encuentra en un entorno sensorial que de alguna manera les obliga a reflexionar sobre unos determinados interrogantes. Por tanto, llamamos situaciones, al conjunto de la obra elaborada tanto por la disposición de los elementos, los sentidos y la reflexión.
1.5. La trasgresión como nuevo medio de comunicación reflexiva.
Entendemos por trasgresión aquella acción que pretende ir más allá de los estereotipos establecidos en una cultura determinada para, a partir de ahí, realizar una reflexión crítica sobre sus valores y costumbres. En este sentido, el arte actual, y en concreto el arte de Muntadas, se erige como una relación entre arte y vida. Se trata en definitiva, de observar nuestro alrededor y comunicar reflexivamente las posibles experiencias de los diferentes sentidos del mundo. Dicho de otra manera, se trata de mirar lo cotidiano como una apariencia que hunde sus raíces en unas estructuras que escapan al marco reflexivo en que nos solemos mover. Por eso el artista intenta sacar a luz estas cuestiones mediante la manipulación de los espacios, materiales, audio, iluminación… Es en definitiva abrir un dialogo a través del juego del lenguaje artístico. De esta forma, los sistemas simbólicos utilizados, analizan lo que vemos y pensamos para cuestionar los fundamentos que vertebran nuestra sociedad. En este sentido, Muntadas examina las relaciones entre el público, la pieza artística y el espacio donde se exhibe, para abrir un horizonte de sentido sobre un concepto o una idea determinada. Sus proyectos siempre tienen la voluntada de incidir sobre un territorio concreto y son siempre trabajos realizados a propósito. Es una estructura de producción y no sólo de presentación, en ella el artista decide la manera en que reacciona a un contexto, produce y presenta unos trabajos. En este punto entendemos que la trasgresión se origina en la propia intención conceptual que articula y promueve la obra artística. La trasgresión no solo se acota a los medios posmoderno utilizados para expresar una idea, sino que se extiende en la propia estructura de comunicación reflexiva que hace inexorable la necesidad de ir siempre más allá de las pautas asentadas en un determinado momento. Es por tanto una búsqueda continua que niega la posibilidad misma de cualquier academicismo.
  • 1.5.1. El Media Art de Muntadas a partir de la interrelación de dualidades contrarias.
     
  • La actividad artística de Muntadas, a partir de los años setenta, se centra en trabajar el arte conceptual cuyo momento puede ser resumido mediante un repertorio de términos que se relacionan y oponen entre sí, las dualidades. Estas dualidades se encuentran en muchos de sus trabajos y de sus comentarios:
“arte/vida, mental/físico, discurso/estilo, emisión/recepción-interpretación, micro/macro-environment, privado/público, personal/colectivo, subjetividad/objetividad, crítica/alternativas, análisis/catálisis, vídeo-VT/TV, comunicación/control-manipulación, realidad/media event, paisaje/paisaje de los medias, visible/invisible, consciente/inconsciente, velocidad/desaceleración, standard/específico,...” (11)
  • Los trabajos de Muntadas se entienden dentro de las prácticas de los "media art", estos no se centran en un tema en concreto, pero si podemos encontrar que tienen una estrecha relación en muchas ocasiones los unos con los otros, es decir, se establecen relaciones con la presentación inmediatamente anterior, son los “Works in progress”, en los que va introduciendo cambios y añadidos, así como las adaptaciones que cree oportunas para cada contexto en concreto. Esto se hace presente en el ejemplo de "Exposición" (1985) que se presentó en Madrid. En "Exposición" se trabajó la dualidad entre presencia y ausencia, materialidad e inmaterialidad de la obra expuesta, donde encontramos su aspecto más relevante en el mismo espacio, contexto, recinto... en forma de lenguaje codificado. Lo expuesto en este caso son las distintas técnicas de exhibición de las obras artísticas; como podrían ser los soportes, vitrinas, expositores... Estos métodos de exposición no se centran únicamente en sus formas más clásicas sino también en las más actuales, como es el caso de las proyecciones. En el interior de cada una de las formas de exposición que presenta no se encuentra nada más que vacíos, paredes en blanco, proyecciones de luz, ausencia de todo elemento artístico entendido hasta el momento, pasando a ser la obra artística (como ya hemos comentado antes) el mismo espacio. "Exhibition" fue la versión de la anterior exposición que se presentó en Nueva York (1987). Se diferenciaba de la anterior en algunos detalles referente a la exposición en sí. Pero Muntadas consideró la diferencia más notable en la recepción que obtuvo, haciéndose notar los distintos contextos en los que se presentaron; por un lado Exposición se presentó en Madrid, en una galería comercial, mientras que Exhibition se expuso en un espacio artístico de carácter lucrativo. Por otro lado, la crítica obtenida en cada caso fue muy distinta. La propuesta en Madrid apenas se hizo notar ya que fue presentada en un momento de auge de la pintura y la mercadería artística, al contrario que en Nueva York. La crítica española describía esta exposición como "una arquitectura de interiores, envolvente, (...) que rodea y deja al hombre ajeno a él, haciéndose desear tal vez una salida, (...) una caverna de luz electrónica donde no se refleja sino el vacío y quizá también el dolor..."(12) En cambio, la crítica neoyorquina lo describía como una articulación arbitraria de los distintos valores y funciones que contiene un museo, distintos efectos que crean un espectáculo de gran creatividad. En este contexto, la luz juega un papel importante para describir la abstracción y el simbolismo de la misma exposición. Utiliza la metáfora en el espacio, al tiempo que se genera cierta ironía en su trabajo. Todo ello conduce al visitante a presenciar una constelación de luces donde se refleja el poder que constituye la típica galería. A su vez, se comentó que no veía reflejada una obra minimalista preocupada por cumplir los parámetros estéticos o el lenguaje artístico que la caracteriza, sino un sistema de codificación proporcionado a través de la historia de la cultura occidental tal y como la vemos hoy en día. En relación a las exposiciones anteriores se presentó en Sao Paulo en 1987 "Quarto do fundo". Esta vez reduce drásticamente al mínimo los elementos que configuran la instalación anterior, adaptándola a un nuevo espacio que reconfigura la pieza artística convirtiéndola en una nueva obra. En este caso, el visitante se encuentra con una única imagen repetida dos veces en la pantalla de un monitor de vídeo y una fotografía colgada de una de las paredes. Respecto al resto de la sala estaba totalmente vacía y a oscuras, con una luz al fondo que invitaba a cruzar la sala, aunque el paso estaba cerrado por un cordón. Esta triple exposición luminosa entre la fotografía, el vídeo y la luz artificial, pretendía hacer visible lo invisible. Contraponer lo público a lo privado alegando como zona privada, aquella habitación del fondo, de donde procedía la luz artificial y donde quería hacer entender que existían todas aquellas obras no vendidas, materiales para las exposiciones, etc... Haciendo referencia a las distintas obras de Muntadas, cabe destacar uno de los más importantes ambientes multimedia, "The Board Room" (1987). Éste puede relacionarse nuevamente con realizaciones anteriores como "This is not an Advertisement" (mensaje al público). The Board Room, consiste en una puesta en escena de la íntima relación que se establece entre los círculos de poder y los medios de comunicación masivos, haciendo hincapié en el fenómeno del fundamentalismo religioso que en aquel momento estaba en auge en Norteamérica, con una ideología dominante y un claro objetivo de aumentar su radio de alcance. En la instalación se podía apreciar una gran mesa alargada y rodeada de trece sillas que aluden a la santa cena, una moqueta roja en el suelo y marcos dorados que enmarcaban la galería de retratos en las paredes. Todo esto acompañado de una luz muy tenue y finalmente, unas diminutas y susurrantes imágenes en movimiento que sobresalían de unos pequeños monitores de vídeo encajados en las bocas de los trece personajes, con sus retratos colgados de las paredes (fotos de prensa ampliadas y coloreadas a mano, como si fueran estampitas aumentadas de tamaño). Las breves secuencias que aparecen en las bocas de los personajes nos remiten a la dualidad entre espacio social y privado, como fuente y destino del intercambio de; plegarias y donativos, sermones y beneficios, promesas y recompensas. Asimismo, aparecen subrayadas mediante rótulos superpuestos sobre las imágenes un desfile de palabras que cobran un doble sentido, como por ejemplo: “power/money, technique/resource, future/finance, prophecy/salvation, crusade/worldwide, strategy/revolution.”(13)
  • En esta obra, al igual que en muchas de Muntadas, aparecen los videos y grafismos electrónicos, refiriéndose a la publicidad como mensaje persuasivo. Así, como muchas otras veces, utilizaba el texto en forma de palabras como imagen y eslogan para crear un espacio decorado por mensajes mediáticos. Todo ello, haciendo referencia a lo que gira a nuestro alrededor a causa de los mass media. Se perfilan también, una serie de constantes que ganarán mucho más cuerpo en sus próximas realizaciones, como sería en el aspecto de los referentes temáticos en toda una diversidad de modelos arquitectónicos; recintos públicos y privados de los espacios artísticos, galerías, museos, etc... Por lo que se refiere a la utilización del discurso de palabras, se refleja de la misma manera en su obra "Stadium", donde establece una interrelación entre ellas que se desarrollan en un limpio diseño tipográfico. El referente en esta obra es un macro recinto destinado a múltiples actividades y espectáculos para un gran número de espectadores. La instalación en sí, consta de unas gradas y columnas que delimitan un área de forma elíptica, con una imagen de vídeo proyectada en el centro donde aparece una gran masa de público anónimo. Todo esto estará complementado por un collage de sonido, fotografías ampliadas o proyectadas en los cuatro ángulos del espacio exterior. En este caso, se realiza un desdoblamiento del público como consumidor y como producto, se refleja al igual que en The Board Room, que la arquitectura no constituye tanto un tema o referente nuevo, sino una exploración crítica al ámbito de los mass media y la propia actividad artística. Finalmente, cabe destacar otra de las obras de Muntadas donde juega claramente con la dualidad de los conceptos, siempre centrándose en el tema de los mass media y su influencia en la vida cuotidiana. Hablamos de "Where is home?”, obra en la que se presenta una dualidad en el espacio. En ella encontramos enfrentados en dos ángulos opuestos de la misma sala, una chimenea y un televisor de las mismas características y dimensiones. En los laterales se encontraban una especie de claraboyas donde se proyectaban dos series de diapositivas construidas por palabras e imágenes complementadas por una banda sonora. La oposición que se presenta entre el fuego de la chimenea con la luz y las imágenes del televisor puede parecer (aunque no era la intención de Muntadas) un chiste sobre el centro de atención de las familias en su hogar. Con este último ejemplo, se puede además destacar el hecho de que aunque Muntadas juega deliberadamente con las dualidades en sus obras, eso no le dificulta el correcto tratamiento de sus temas, intenciones y clara reflexión de éstos. No se trata por tanto de contradicciones que envuelven a la obra en un horizonte confuso sino todo lo contrario. Son las propias dualidades las que conducen al espectador a entender la obra, tal y como Muntadas las presenta. Esto nos permite plantear que el asistente se ve envuelto en medio de un dialogo reflexivo donde debe abandonar sus estereotipos y penetrar en el fondo de la cuestión para poder comprender el sentido que se le otorga a la obra.

2. LA CONCLUSIÓN
 
En conclusión podemos decir que el arte actual se configura a través de códigos y sistemas simbólicos cuyo único denominador común es su falta de criterios fijos y su intención de abertura al mundo. Abertura en el sentido de que el artista de hoy trata de ver el mundo con otros ojos y expresarnos, a través de los medios y materiales utilizados, su experiencia y los infinitos modos que existen de entender y experimentar la realidad. En este contexto, la tarea de la crítica de arte es la de renovar el vocabulario artístico para ayudarnos a entender mejor las nuevas formas de comunicación que nos proponen. Como hemos expuesto a lo largo del trabajo, el arte actual asume su papel fundamental en el mismo hecho de constituir un ámbito propio de comunicación reflexiva que se expresa por medio de un código o un lenguaje específico. Es, en definitiva, un juego de evaluación y comunicación que adquiere unos medios expresivos determinados. En este punto, se ha inevitable hablar de las grandes posibilidades que nos ofrece las nuevas tecnologías. La fotografía, el video, internet, las proyecciones…, permiten crear al autor una determinadas “situaciones” en donde el espectador ya no sólo tiene que enfrentarse a la obra de manera directa, sino que además, debe hacer un proceso de reconstrucción conceptual donde el espacio, su historia, la obra y la institución donde se muestra, configuran el significado final de la pieza de artística. De este modo, la acción emprendida por autores como Antoni Muntadas no termina en la presentación de una obra concreta, sino que es la relación con los diferentes agentes que participan de la misma los que hacen posible que la obra exista. Con esto no nos referimos simplemente o solamente al artista y su público, sino que, como hemos planteado en la hipótesis, el arte que Muntadas propone es un dialogo abierto en donde interactúa tanto el espectador, como el artista, los críticos, comisarios… Por tanto, el nuevo significado de la obra de arte connota la necesidad de desplegar un ámbito comunicativo dialéctico. En este sentido, el espacio juega un papel central que antes no ostentaba. Como afirma Muntadas, sus exposiciones no son resultado de una coincidencia; todo esta dispuesto para hacer reflexionar al público sobre un tema preciso. Pero el desarrollo de ese discurso y las cuestiones que platea depende en gran medida del entorno en donde se muestra su trabajo. Muchas de las obras que exhibe el artista catalán varían respecto a exposiciones anteriores, en tanto que el autor considera que la obra se debe integrar en el espacio donde se expone. Consecuentemente, la idea de proyecto depende de la concepción, realización, presentación y/o distribución del proyecto. En cuanto a la documentación o las pruebas del hecho artístico que se exponen en un museo no son tampoco meros elementos carentes de significado artístico, sino una puerta a través de la cual los asistentes puedan reconstruir un proceso artístico que siempre está abierto. Pero para ello, es necesario que el público abandone los convencionalismos en los que la vida cotidiana les envuelve para profundizar en los problemas planteados. Es decir, el arte actual intenta transgredir la realidad aceptada para despertar nuestro sentido crítico y lograr así que tomemos conciencia de lo que realmente pasa en el mundo. Pero para que todo este proceso comunicativo sea realizado con éxito se hace necesaria la participación dialéctica y reflexiva de los diferentes agentes. A este respecto, creemos que las piezas y los elementos que configuran los proyectos artísticos de Muntadas forman un conjunto a través del cual se desarrolla el discurso. Es decir, la pieza artística debe ser entendida a partir de la interacción de sus partes, concibiendo como tales todos aquellos elementos que participen de la misma. En este sentido, tanto el espectador, como el espacio, los críticos o comisarios descubren una obra que permanece viva gracias a sus interpretaciones. Y es precisamente en este contexto argumentativo a partir de donde nosotras juzgamos que la hipótesis planteada se cumple; El discurso entre piezas de Muntadas como un nuevo lenguaje artístico.
Notas:
1. Yves Michaud; El Juicio Estético; Barcelona; Idea Books, S.A.; 2002. pp 9.
2. Idem. pp 11.
3. Idem. pp 30.
4. Villar Gerard ; La comunicació en l’art contemporani ; Barcelona; Universidad Autonoma de Barcelona; 2002. pp 170.
5. http://www.replica21.com/archivo/articulos/k_l/351_leon_muntadas.html; 26.09.2004.
6. Ibidem
7. Marchán Fiz, Simón; Del Arte objetual al arte de concepto (1960-1974); Torrejón de Ardoz : Akal, 1994. pp.30
8. http://www.replica21.com/archivo/articulos/k_l/351_leon_muntadas.html
9. Véase Centre Del Carme; Muntadas Trabajos Recientes; Valencia; Artes Gráficas Vicent,S.A. ;1992. pp.48
10. Idem. pp.49
11. Idem. pp.22
12. Idem. pp.48 13. Idem. pp.32


5. BIBLIOGRAFÍA
  • Ajuntament de Barcelona; Intervencions Muntadas; Barcelona; Regidoria d’edicions i Publicacions; 1988.
  • Centre d’Art Santa Mònica; Muntadas Des/Aparicions; Barcelona; La Generalitat de Catalunya; 1996. Fundación Arte y Tecnología; Proyectos Muntadas Projects; Grafoffset; Madrid, 1998.
  • Centre Del Carme; Muntadas Trabajos Recientes; Valencia; Artes Gráficas Vicent,S.A.1992. León Edgar; Entrevisa a Antoni Muntadas en México; México; http://www.replica21.com/archivo/articulos/k_l/351_leon_muntadas.html; 26.09.2004.
  • Marchán Fiz, Simón; Del Arte objetual al arte de concepto (1960-1974); Torrejón de Ardoz : Akal, 1994.
  • Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA); Muntadas On Translation; Barcelona; Actar ; 2002.
  • Vilar Gerard ; La comunicació en l’art contemporani ; Barcelona; Universidad Autonoma de Barcelona; 2002.26.09.
  • Yves Michaud; El Juicio Estético; Barcelona; Idea Books, S.A.; 2002.2004
Autores;
Ana García Gonzales
Raquel Rodríguez Betancort
Josué Rodríguez Santana

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